miércoles, 1 de junio de 2011

El poder de una nota




La semana pasada mientras almorzaba leí un articulo del periódico sobre un directivo de una empresa muy exitoso que se daba a la tarea de escribir notas de agradecimiento (con su puño y letra) a todos aquellos colaboradores que hubieran realizado un esfuerzo especial en un periodo especifico.

Este personaje afirma que cada vez que un trabajador realiza un esfuerzo adicional, es el equivalente a que compre una pizza y se la regale a su jefe. Usualmente el colaborador no espera que se lo agradezcan - lo que está bien, ya que por lo general es algo que no sucede. A veces reciben un agradecimiento generalizado ("Gracias a toda nuestra gente por su generosa dedicación durante el 2010") lo cual, esta comprobado que no tiene ningún efecto sobre la moral del individuo. Muy ocasionalmente, a algunos jefes se les ocurre soltar un "gracias" cara a cara (lo que está bien, pero cuyo efecto pasa muy de prisa) y no falta aquel que envía un "Gracias" por correo electrónico pensando que eso dura mas tiempo (nada mas frío que eso !!) a menos que le ponga caritas alegres ja!.


Alguien que conoce muy bien el poder de una nota de agradecimiento es Doug Conant, que dirige Campbell's Soup desde hace una década. En un reciente blog para Harvard Business Review asegura que todos los días dedica tiempo con un asistente a buscar en la compañía gente que merezca un reconocimiento, y entonces les escribe una carta. En los últimos diez años ha enviado 30.000 –más de diez diarias.

En nuestro país, al parecer algunas empresas estan tomandole la palabra y para muestra "Esika" una empresa multinacional con presencia en muchos países. En el mes de mayo hizo llegar una carta de agradecimiento a cada una de las madres de aquellos empleados que a su juicio han realizado ese "esfuerzo especial". El contenido de dicha carta es un largo recorrido durante todos los años de vida del empleado para poder llegar a lo que ahora es, un miembro distinguido del equipo de trabajo "Esika". Y aunque no estaba escrita a mano, el efecto fue muy positivo.


Después de haber leído esa carta y conocer algunos de los efusivos comentarios hechos por sus empleados y especialmente por sus madres, no cabe duda que el agradecimiento por escrito parece ser una moneda que conserva su valor. Cada carta, por definición, está escrita de forma individualizada, por lo que no importa cuántas más halla. Y una vez recibida, se puede guardar en un cajón para leerla hasta que se caiga en pedazos.


La carta de agradecimiento no sólo es increíblemente eficaz, sino que no cuesta nada y no tiene efectos secundarios negativos. No desmotiva a otros –a no ser que los que la reciben tengan el mal gusto de enmarcarla y colocarla en sus escritorios–. Con todo, el esfuerzo que implica escribir estas cartas (muy bajo) frente al placer que se siente al recibirlas (extraordinariamente alto) debe convertirla en la técnica de motivación más extraordinaria que existe.


Dicho eso, manos a la obra. Creo que en el último año sólo he escrito una tarjetita y fue para darle gracias a mis suegros por la cena de navidad que muy amablemente ofrecen todos los años. Estoy convencido que de haber tenido ellos una cuenta de correo electrónico no creo que se lo hubiera escrito. A lo mejor posteo algo en su muro. ja !


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